Se hacen llamar "pasador de controles" y se trata de un hombre que espera en las puertas de los boliches a las personas pasadas de copas. Por una módica tarifa, el hombre se ofrece a conducir el auto del alcoholizado y pasar el control. El negocio es redondo y se estima que el hombre recibe mil pesos por noche.
Curro cordobés