Este sistema de construcción no es novedoso para el grupo que dirige el padre Mariano Oberlin. Ya han hecho muchas casas así, pero sí es el primer edificio público y de eso están orgullosos.
Los muros de este establecimiento están hechos de botellas compactadas que se convirtieron en pared. La estructura está ubicada en Ciudad de las Artes y estará destinado a un molino para hacer papel.
El proceso es muy simple y así lo demuestran los tiempos de construcción. Primero se monta una estructura de madera, después se acomodan las botellas compactadas, luego una malla protege la estructura que va recubierta con concreto y revoque.
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Este sistema de construcción es sustentable porque utiliza menos agua, menos energía y por supuesto se reutilizan botellas recicladas. Pero además el edificio es térmico, por lo que se utiliza mucho menos energía para calefaccionarlo.
El costo de construcción es un 50 por ciento menor que el sistema tradicional. Y hacer un edificio de 50 metros cuadrados llevó menos de dos meses.
