La investigación sobre lo sucedido está en manos de la policía y ahora corresponde a las autoridades del laboratorio tomar medidas de seguridad para que no vuelva a suceder.
Una máquina que cuesta alrededor de 30 mil dólares utiliizado, entre otras cosas, para medir las crecidas de los ríos fue sustraido el lunes pasado del laboratorio del Centro Hídrico de la UNC. Lo curioso del caso es que ayer se presentó un matrimonio para restituir la tecnología.
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