Ferraris afirmó que ella no tiene ninguna vinculación con el crimen del Gordo Otto. La confusión se había generado por un vehículo similar al Volkswagen Scirocco involucrado en los hechos de la Galería Norte.
A su vez, admitió que ella y su novio estaban consumiendo drogas cuando llegó la policía, pero dijo que eran para consumo propio, no para la venta.
Ferraris dijo que, con dos causas penales sobre su espalda, continúa con la sospecha de que hay una ofensiva en su contra. Mencionó que vio impactos de bala en la casa de su madre, y que se ve amenazada en el día a día.
En comunicación con el equipo del Show, los abogados Enrique Pérez Aragón y Gabriel González hablaron sobre el caso. Ambos mencionaron que hubo irregularidades durante los procedimientos de la FPA y la investigación en sí. Uno de los abogados dijo que "si van a buscar un auto y encuentran droga en un cajón, no estaban buscando el auto".
Por el momento, Ferraris continúa imputada por tenencia de drogas.