La sospecha profunda de toda la sociedad de Río Cuarto es la intromisión de la cuestión política. Las dudas recaen sobre los rumores de una situación complicada entre la pareja y una lucha por bienes procedentes de un presunto testaferro que habría terminado en una muerte. La trama es tan complicada que a lo largo de 12 años no se ha podido desentrañar la verdad de los hechos.