Aparentemente esta cuestión empezó con personas que pagaban las boletas de la luz mediante terceros, quienes se ofrecían a afrontar la mitad del costo, pagando con tarjetas robadas o clonadas. El problema aquí es que los verdaderos dueños de las tarjetas luego harían la denuncia, el pago no se acreditaría, y el dinero regresaría a la persona que hizo el depósito.
Por su parte, la persona que accedió a pagar su boleta bajo esta modalidad tendría que abonar el costo total de la boleta. Entonces, si una persona le pagó 500 pesos a un tercero (suponiendo que el costo total era de 1.000), entonces luego tendría que pagar 1.500 pesos.
Alfredo Camponovo, vocero de EPEC, comentó que le aparecieron tres facturas de la empresa, en la tarjeta de débito de su esposa. Estos son problemas que le pueden pasar a cualquiera. Camponovo destacó que lo mejor es siempre desconfiar de los anuncios por grupos de whatsapp y redes sociales, ya que en todos los casos se trata de una estafa.
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