Los hechos habían ocurrido durante la madrugada del 30 de Abril del 2017 en la intersección de Colón y Santa Fe, cerca de la Jefatura de Policía.
Nicolás estaba tratando de separar una pelea entre sus amigos y otro grupo de personas, cuando los policías llegaron y empezaron a golpear a Fernández, quien se cayó al piso y se golpeó contra el cordón, lo cual le generó un derrame cerebral.
Si bien Nicolás sobrevivió al ataque de los oficiales, quedó con secuelas graves: Estuvo varios días sin poder caminar, perdió un oído por completo y le falla la vista. Cabe destacar que los policías no llamaron al servicio de ambulancia luego de agredirlo.
Bajo la carátula de abuso de poder, el abogado querellante Carlos Nayi busca que la justicia condene a los policías a una condena de diez años de prisión.