Gracias a la implementación de un programa, la tracción a sangre terminó en Rosario. De manera voluntaria, cerca de 1300 carreros entregaron sus caballos, recibiendo a cambio un puesto de trabajo o algún otro medio de movilización. En Córdoba existe un proyecto al respecto. ¿Podremos replicar el resultado de Rosario en nuestra provincia?
Noticias