El golpe cívico militar de la dictadura nos dejó una enseñanza que deberá trasmitirse con la claridad que se merecen las generaciones futuras. El "nunca más", despojada de conveniencias, desvirtuada de su concepto original y maquillada para las cámaras, dejó un sabor a poco en la movilización de este año. Corresponderá a todos los dirigentes, a las organizaciones sociales, a quienes perdieron a sus familiares y a los que buscan la verdad, escarbar en los dichos , reinterpretar los discursos para que NUNCA MÁS suene tan fuerte que los hijos de nuestros hijos entiendan que la verdad y la justicia se defiende desde la democracia.
Opinión