Por ejemplo, las mordidas de los perros, la trasmisión de enfermedades como la toxoplasmósis, los arañazos de los gatos, y posteriores infecciones que pueden surgir como resultado del rasguño. Como regla general se aconseja evitar la adquisición de mascotas durante los primeros años de desarrollo del niño. Además, aquellos padres que quieran comprar un animal deben antes asesorarse con un pediatra.