Es legítimo preguntarse por qué el gobierno porteño -con un discurso tan centrado en un supuesto combate contra la corrupción- aprobaría una medida que permitiría la proliferación de mas actividades ilegales en torno al mundo del deporte nacional.
Paralelamente, en España, se realizaron investigaciones policiales que terminaron en la detención de un ex-futbolista del Real Madrid y otros mas por participar en una asociación ilícita relacionada al negocio de las apuestas en el fútbol.