Pablo es un estudiante de Historia, que pesaba 240 kilos, y que no podía ni siquiera entrar en el pupitre. Cansado de los inconvenientes que el sobrepreso producía en su vida, el joven decidió acudir a un profesional de la salud que lo ayudó.
Su historia es inspiradora para quienes se encuentran en la misma situación que él vivió.
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