En comunicación telefónica, el periodista José Romero Silva explicó que cerca de la 1:30 horas, el cantante envió un video en donde explicaba estar demorado en el aeropuerto. Los fans no aceptaron la explicaciones, prendiendo fuego el lugar, tirando botellas y arrojando objetos al escenario. Defensa Civil del lugar afirmó que el Club en donde se realizó el evento estaba clausurado y la producción hizo caso omiso al realizar el show. Las pérdidas se estiman en el medio millón de dólares.
El servicio de iluminación fue proporcionado por una empresa cordobesa. Tras los disturbios, los operadores de audio resultaron golpeados y los daños a los apartos fueron cuantiosos. Víctor Moyano, operador de luces, explicó que presentaron una demanda contra el cantante y la producción del recital.