La historia comienza con una una madre, Yanina Vera, que trató todo su embarazo en el Hospital Ferreyra y de manera abrupta fue derivada a la Clínica Caraffa en donde permaneció 48 horas con preeclampsia que derivó en la muerte del bebé. De acuerdo a los testimonios aportados por la abogada querrellante Lola Guerra, la madre sufrió violencia institucional.
