El carpintero la restauró junto a su hijo Marcelo, con quien quería armar una casa de muñecas para sus nietas. El proceso de restauración tomó un total de 2 meses, con la mayor parte del tiempo dirigida al reemplazo de las piezas de madera. Cabe destacar que todas las partes de metal son originales, ya que no necesitaban de mayor trabajo de restauración.
La madera utilizada en el proyecto es importada, ha sido revestida contra incendios, y tiene una antiguedad de 100 años. Ruffino afirmó que planea hacer un tobogán para sus nietas, con el excedente de madera que quedó del proyecto.
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