Un grupo de delincuentes, vestidos como efectivos de la policía federal y en unas camionetas ploteadas de manera similar, entraron a un almacén del aeropuerto, y sin disparar un solo tiro, se llevaron 750 kilos de oro, con un valor total de 40 millones de dólares.
Una vez que se escaparon del aeropuerto, dejaron las camionetas en un terreno cercano, donde los esperaba una ambulancia. Pusieron todos los lingotes en la parte de atrás, y desaparecieron en medio de la ruta.
Cabe destacar que este grupo comando había realizado cierto trabajo de inteligencia previo: Secuestraron a los familiares del encargado del almacén, y no los dejaron salir hasta que éste confesara dónde y a qué hora iba a ser la descarga de los metales. Los familiares secuestrados ya han sido liberados, pero todavía no se conoce el paradero del grupo.
La realidad a veces supera a la ficción. Mirá el video: