Todo parecía estar listo para que el colectivo que salía con destino a las Cataratas emprenda su viaje en tiempo y forma. Pero la demora de una azafata hizo retrasar la salida.
Pasó más de una hora y nada se sabía de esta joven de 23 años que además era la responsable de la lista de pasajeros.
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Unos minutos más tarde se hizo presente en el puesto de guardia de la nueva Terminal pidiendo auxilio. El estado de esta joven era deplorable. Estaba despeinada, sucia, con la ropa rota y manchada con tierra y pasto y sólo gritaba que alguien la "había violado”.
La mujer es empleada de una empresa de turismo y fue brutalmente agredida y abusada sexualmente en la zona de la Bajada Pucará, a escasos metros de la Terminal de ómnibus. La Justicia investiga las cámaras del lugar para dar con el violador.
