Australia no sale de la conmoción por el atentado ocurrido en Bondi Junction, a 6 kilómetros de Sidney. Un hombre asesinó al menos a seis personas, entre ellas un bebé, e hirió a otras dentro de un shopping. Los testigos declararon que tenía un cuchillo de 30 centímetros.
En medio del tremendo ataque hubo un “héroe anónimo” que arriesgó su vida para evitar que la matanza fuera peor y quedó filmado por las cámaras de seguridad del centro comercial. El hombre tomó un bolardo de los que se usan para armar filas y enfrentó al asesino en una escalera mecánica.
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De acuerdo a lo que se ve, usó la base del artefacto para apuntar hacia el atacante y fue moviéndose lentamente hacia él. Luego empezó a descender mientras que el homicida avanzaba en su dirección con el cuchillo en la mano.
El video termina sin mostrar cómo terminó la dramática escena. Sin embargo, se supo que un policía intervino y mató de un disparo al terrorista.
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Las imágenes, publicadas por el medio The Sydney Morning Herald, no tardaron en viralizarse en las redes sociales y los usuarios lo definieron como “la valentía personificada”, “un héroe absoluto”, “una leyenda divina” y hasta dijeron que merecía una medalla de la Orden de Australia.
Atentado
Las primeras informaciones indicaron que el agresor de 40 años llegó al centro comercial a las 15 de Australia (la madrugada en Argentina), se retiró, a los minutos regresó y atacó a las personas que tenía cerca.
La Policía de Nueva Gales del Sur detalló en un comunicado que “seis personas fueron mortalmente apuñaladas y un hombre fue abatido”. Cinco de las víctimas murieron en el shopping mientras que la sexta falleció en el hospital.
“Nada que hayamos visto en la escena indicaría ningún motivo ni ideología”, señaló el comisario asistente local Anthony Cooke aunque admitió: “No estamos descartando nada”. También confirmó que el hecho fue perpetrado por una sola persona.
Fue una inspectora de Policía quien le disparó al asesino cuando la amenazó con el cuchillo. Le hizo tareas de reanimación según indicó Cooke hasta que llegaran los médicos pero no ya estaba muerto.