El femicidio de Bárbara Cecilia Prieto causó gran conmoción en Uruguay. La chica de 24 años fue abusada y asesinada cuando iba a la facultad este martes. Por el caso hay un joven detenido e imputado.
Prieto estaba desaparecida y en las últimas horas la encontraron sin vida en un descampado. La autopsia confirmó que hubo ataque sexual y violación, además de varias heridas cortopunzantes.
Los habitantes de Rivera, la ciudad del norte del país que limita con Brasil, expresaron su dolor y bronca por el crimen. Prieto estudiaba en el Instituto de Formación Docente para ser maestra y también formaba parte del equipo de trabajo.
La directora del establecimiento la recordó como una “chica maravillosa”, “muy responsable” y “alegre”. “Era una chiquilina que realmente se veía que tenía vocación para el magisterio, que sentía placer en el trabajo con los niños”, agregó al noticiero Telemundo.
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Además de sus aptitudes para el estudio, la joven era apasionada por la música y lo demostraba semana a semana en la Comunidad Cristiana de Rivera, una de las iglesias más grandes de la ciudad.
En ese lugar fue que Bárbara encontró el espacio perfecto para conjugar las cosas que más le gustaban: la religión, la música y su vocación de servicio.
El pastor Nelson da Rosa contó a El País que Prieto concurría al culto para cantar junto a sus hermanos. “Siempre le gustó mucho cantar. Parecía ser tímida y reservada pero cuando hablabas con ella era abierta, risueña y tenía un don”, expresó con tristeza.
Por otro lado, Bárbara “siempre buscaba la excelencia en todo lo que hacía”, y por eso la recuerdan como “una gran amiga, una gran hija” y una potencial gran docente.