Chile se encuentra conmocionada tras conocerse la muerte de una joven de 18 años que era aspirante a gendarme en la Escuela de Formación Penitenciaria de Santiago.
Medios de la capital del país trasandino informaron que la Fiscalía de Flagrancia del Bío Bío abrió una investigación para aclarar las circunstancias en que se produjo la muerte de Ignacia Albornoz Insulza.
El fallecimiento fue confirmado este domingo por la propia Gendarmería en sus redes sociales. Familiares de la víctima denunciaron que la joven fue obligada a trotar con neumonía de madrugada y bajo la lluvia.
La madre de Ignacia acusó que su hija estuvo enferma y el 3 de mayo se le otorgó licencia médica y reposo por tres días. Luego de eso, el 6 de mayo, habría vuelto a los entrenamientos y allí se habría tenido que bañar con agua fría y trotar en bajas temperaturas.
“Si empezó con un caso de influenza debieron haber dado una cuarentena, más que tres días y después decirle que volvieran a sus habituales rutinas, que ellos saben el sistema de las rutinas: trote, ducha en la mañana temprano, agua fría, estudios que también implican lugares helados, con muchos contagiados enfermos”, se quejó la mujer.
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El 7 de mayo la chica volvió a sufrir complicaciones de salud y regresó a su casa en Tomé, una comuna ubicada 30 kilómetros al norte de Concepción. Por la gravedad del cuadro, su familia la trasladó al Hospital de Talcahuano. Allí hizo un paro cardiorrespiratorio y falleció en las últimas horas.
Una tía materna de la víctima reveló a un medio chileno que Ignacia le habría comentado que, si bien no se sentía en buenas condiciones, debía volver a la escuela por la presión de ser expulsada si no rendía en los entrenamientos.
La familia está a la espera de la entrega del cuerpo para su realizar su velorio en la comuna de Tomé, así como el resultado de la autopsia para tomar acciones legales, en caso de comprobarse negligencias, en contra de la institución.