Hallaron muerta a la mujer francesa que buscaban intensamente por matar a puñaladas a sus tres hijos de 2, 11 y 13 años. Había huido de la escena tras dejar una macabra carta junto a los cuerpos de los nenes.
El triple crimen tuvo lugar en Taninges, una pequeña comuna ubicada en los Alpes franceses. Según medios de la región, la asesina, de nacionalidad franco-suiza, padecía trastornos depresivos.
El alcalde de Taninges, Gilles Peguet, contó que fueron los abuelos de los chicos quienes encontraron los cuerpos de los nenes. Los esperaban para almorzar y se sorprendieron porque no llegaban. Se dirigieron hasta la vivienda y se toparon con el horror. Por el momento no fue revelado el contenido de la carta que había dejado la madre.
“El Instituto Forense de Grenoble realizará rápidamente autopsias y evaluaciones complementarias, pero a partir de los primeros resultados se desprende que las víctimas presentaban heridas de arma blanca”, detallaron desde la fiscalía a cargo de la causa.
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Lo cierto es que la Policía de Francia montó un megaoperativo para dar con la mujer, que era flautista, formaba parte de la orquesta municipal del pueblo de Samoëns y había sido tesorera de la escuela de música de la ciudad.
Las sospechas apuntaban a un posible escape a Suiza ya que la frontera se encuentra a escasos kilómetros. Finalmente el cuerpo sin vida de Deborah Pel apareció en su auto en el pueblo suizo de Champéry.
Los investigadores ya interrogaron a varias personas cercanas a Pel, tanto familiares como laborales, con el fin de entender mejor las circunstancias que llevaron a este desgarrador suceso.