El iceberg más grande y antiguo del mundo, conocido como A23a, se desprendió en las últimas horas de la Antártida y ahora se desplaza por el océano rumbo a aguas más cálidas. El fenómeno causó alerta y los especialistas intentan determinar cómo podría afectar al ecosistema de la región.
La llamada “isla helada” llevaba más de 30 años varada y la novedad es que se liberó del vórtice oceánico que la mantenía en su posición. La preocupación, según la organización British Antarctic Survey (BAS), es que ahora se encuentra a la deriva en dirección al océano Atlántico Sur.
Para tomar dimensión, el súper iceberg tiene 3.600 kilómetros cuadrados, es decir más del doble de la superficie de la provincia de Córdoba. Cuenta con placas de hielo que miden 400 metros de grosor y pesa casi mil millones de toneladas.
El equipo científico de BAS constataron el desprendimiento a partir de imágenes satelitales. Así confirmaron que anda “suelto”, siguiendo la corriente Circumpolar Antártica, posiblemente con dirección a la isla de Georgia del Sur.
+ MIRÁ MÁS: “Se lo comió la tierra”: el desgarrador relato de la familia del gendarme detenido en Venezuela
Allí, según las previsiones, se encontrará con aguas más cálidas que lo romperán en icebergs más pequeños hasta que se termine derritiendo. Desde la organización británica indicaron que “continúan monitorizando la situación” y que informarán, de nuevo, cuando haya algo relevante al respecto.
“Nos interesa ver si seguirá la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido de la Antártida. Y lo que es más importante, qué impacto tendrá esto en el ecosistema local”, manifestaron los especialistas.