El próximo 20 de enero Donald Trump asumirá su segundo período como presidente de los Estados Unidos. En la previa dio una conferencia de prensa para contar sus planes expansionistas que incluyen incorporar Groenlandia, Panamá y Canadá al territorio del país que gobernará.
Al ser consultado por un periodista si no utilizaría la coerción militar ni económica para controlar Groenlandia o el canal de Panamá Trump respondió: “No, no puedo asegurártelo en ninguno de esos dos, pero puedo decir esto, los necesitamos para seguridad económica”.
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Luego, cuando le preguntaron si usaría la fuerza para controlar a esos territorios, aseveró: “Podría ser que tengamos que hacer algo. El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Necesitamos Groenlandia por motivos de seguridad nacional”.
Groenlandia es un territorio autónomo que pertenece a Dinamarca. Además es histórico aliado de Estados Unidos y miembro fundador de la OTAN. Así, los dichos del flamante presidente van contra el postulado de autoproclamación sobre la expansión territorial que fue levantado durante años por ese país. La idea de Trump es comprar Groenlandia y, si Dinamarca se resiste, imponer aranceles al reino danés.
Por último el presidente dejó entrever que pretende que Canadá pase a ser un estado de Estados Unidos, aunque para eso no usaría la fuerza militar sino la fuerza económica. La idea sería eliminar la frontera “artificialmente trazada”.
Dicho comentario generó rechazo en el país vecino, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Melanie Joly, manifestó en X: “Los comentarios del presidente electo Trump muestran una completa falta de comprensión de lo que hace de Canadá un país fuerte. Nuestra economía es fuerte. Nuestra gente es fuerte. Nunca retrocederemos ante las amenazas”.