Continúa la conmoción por la trágica muerte de un argentino de 28 años que saltó de un acantilado al mar en Hawái, donde disfrutaba de unas vacaciones con amigos.
El triste desenlace se produjo el sábado pasado en Spitting Cave, una zona rocosa de acantilados que dan al mar en el archipiélago estadounidense ubicado en medio del Océano Pacífico. El sector es conocido porque se practica clavadismo.
La víctima fue identificada como Santiago Bourdieu, oriundo de San Isidro, Buenos Aires. El joven se lanzó al mar desde una altura considerable y no volvió a salir a la superficie. Al advertirlo, un amigo se tiró también al agua. Luego llegaron rescatistas de la ciudad de Honolulu y a los 15 minutos lo encontraron. Fue enviado a un hospital, donde no lograron reanimarlo.
Bourdieu era profesor de educación física en el St. Nicholas’ School de Olivos y también jugaba al rugby en el San Isidro Club (SIC) hasta el año pasado, cuando se convirtió en preparador físico.
Su carrera profesional también incluía roles como entrenador personal en diversas instituciones, como el Buenos Aires Cricket & Rugby Club (BACRC), HipTrain y Driving Norte, donde además enseñaba golf a niños. Contaba con certificaciones en entrenamiento personal y cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP).
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El vínculo con el rugby arrancó de muy chico, primero como jugador de la clase 1996 y después como preparador físico en las divisiones juveniles. Es por eso que el SIC y la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) lanzaron comunicados en redes sociales lamentando el fatal desenlace.
“Desde el SIC acompañamos con enorme cariño a toda la familia y a los amigos de Santi en este momento. Santi fue jugador camada 96 y también colaboraba como PF en nuestras divisiones juveniles. Se lo va a extrañar”, escribió el club del que formaba parte.