Un hecho aberrante sacudió a la localidad rural de Madbury, en el estado de New Hampshire, Estados Unidos. La Policía encontró muertos a Emily Long, a su esposo Ryan, de 48 años, y a dos de sus tres hijos, de 6 y 8 años. Todo apunta a un triple asesinato seguido de suicidio, que dejó como única sobreviviente a una beba de 3 años.
De acuerdo a la investigación, Emily habría disparado primero contra su esposo, diagnosticado con glioblastoma, un cáncer cerebral terminal sin cura. Luego atacó a los pequeños Parker y Ryan antes de quitarse la vida pero no le hizo nada a la niña más chica. En la vivienda los agentes hallaron un arma de fuego.
Un drama familiar
La historia de la familia era conocida en el pueblo, ya que Emily compartía en redes sociales la lucha de su marido contra la enfermedad. Había revelado que a Ryan le quedaban entre 12 y 15 meses de vida y relataba cómo intentaba explicarles la situación a sus hijos.
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Días antes del crimen, la mujer publicó en TikTok sobre su propia batalla contra la depresión y la ansiedad. “Hoy decidí que tengo que hacer un esfuerzo consciente para cambiar mi mentalidad. Voy a salir de esta depresión, quiera o no”, expresó en un video aunque también confesó: “Estoy marchitándome”.
En otro posteo, había dicho: “Estoy de duelo por mi esposo, por mi matrimonio, y todavía están ahí. Es muy confuso y abrumador”. La tragedia dejó en shock a la comunidad de apenas 2 mil habitantes, que ahora acompaña a la pequeña que sobrevivió al ataque.