Un escándalo sacude a Francia tras la muerte de Raphaël Graven, un influencer de 46 años conocido en internet como “Jean Pormanove” o “JP”. Graven participaba en transmisiones en vivo en la plataforma Kick, donde aceptaba insultos y golpes de otros creadores de contenido a cambio de ganar seguidores. En su última emisión, recibió casi 300 agresiones y dejó de reaccionar en cámara.
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La escena fue impactante: apareció tirado en el piso, tapado con una sábana, y uno de sus compañeros le tiró una botella para ver si respondía. Como no se movía, apagaron la transmisión. Horas más tarde, se confirmó que había muerto en Contes, cerca de Niza.
La Justicia abrió una investigación para entender qué pasó. El informe preliminar de la autopsia descartó que haya muerto por golpes o por acción de otras personas, y apunta a causas médicas o por consumo de alguna sustancia. Aun así, se ordenaron más estudios para confirmar los motivos exactos.
Ya se tomaron declaraciones a quienes estaban con él en el momento de la muerte, pero no surgieron datos claros que expliquen lo sucedido.
El caso encendió la alarma sobre los límites del contenido extremo en plataformas de streaming, y generó un fuerte debate en Francia sobre qué tipo de cosas deberían permitirse cuando hay vidas en juego.