El caso estremeció a la comunidad científica y a cientos de familias en Estados Unidos. Cedric Lodge, de 58 años, ex gerente del depósito de cadáveres de la Escuela de Medicina de Harvard, fue condenado este martes a ocho años de prisión por robar y vender restos humanos donados para la investigación científica.
Durante el juicio, la fiscal federal adjunta Alisan Martin reveló detalles escalofriantes. Lodge llegó a vender piel humana a un comprador que la utilizó para curtirla y encuadernar un libro. “Es una realidad profundamente horripilante”, sostuvo la fiscal en un documento judicial.
El esquema, que duró al menos cuatro años, incluyó el robo y traslado de cerebros, piel y otros restos desde la escuela de medicina, ubicada cerca de Boston, hasta la casa de Lodge en Goffstown, Nueva Hampshire, y a otros puntos de Massachusetts y Pensilvania.
Desde allí, la pareja enviaba los restos a compradores en distintos estados, “sin el conocimiento ni el permiso de su empleador, del donante o de la familia del donante”, según la investigación.
La fiscal Martin fue contundente:“Cedric Lodge tomaba seres humanos queridos como si fueran baratijas para ser vendidas con fines de lucro”. Se estima que la pareja ganó entre 40.000 y 95.000 dólares con la venta de los restos humanos.
Además afirmaron que más de 400 familias cuyos seres queridos donaron sus cuerpos a Harvard podrían haber sido víctimas de los robos.