La historia recorrió el mundo en cuestión de horas: Kristin Cabot, exjefa de Recursos Humanos de la empresa Astronomer, fue filmada besándose con su jefe, Andy Byron, durante el show de Coldplay. A meses del escándalo viral la mujer decidió romper el silencio.
Todo ocurrió el 16 de julio de 2025 en el Estadio Gillette de Foxborough, Massachusetts. La “kiss cam” los enfocó justo en el momento en que se besaban, dejando al descubierto una infidelidad que terminó en controversia y con ambos fuera de la compañía.
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En diálogo con The New York Times, Cabot decidió contar su versión de los hechos y explicar cómo vivió ese instante que cambió su vida para siempre.
“Fue un error cliché después de unos cócteles de tequila”, reconoció. “Tomé una mala decisión. Asumí la responsabilidad y renuncié a mi carrera por ello. Ese es el precio que elegí pagar”.

Según su testimonio, la relación con Byron siempre fue de amistad, aunque poco antes del recital empezaron a “conectar” más. “Esa fue la primera y única vez que nos besamos”, remarcó.
“Quería ponerme un atuendo bonito y salir a bailar, reír y pasar una noche genial. Quizás una parte de mi cerebro estaba dando saltos y agitando los brazos, diciendo: ‘No hagas esto’”, explicó.
Al darse cuenta de la magnitud del acto, pensó: “Soy la jefa de Recursos Humanos y él el director ejecutivo. Es un cliché y una lástima”.
Cabot, que al igual que Byron estaba casada, aseguró que nunca antes había cruzado ese límite en el trabajo. “Pasé gran parte de mi carrera quitándome las manos de encima”, dijo. Y agregó: “No estoy disculpando a los hombres. Por favor, no me escuchen decir eso, pero ¿podemos empezar una conversación donde haya espacio para una versión diferente de esta historia? Esto se volvió realmente salvaje”.
Por último destacó que golpe personal del hecho fue fuerte: renunció, pidió el divorcio, buscó apoyo terapéutico para sus hijos.



