Un brutal episodio de violencia doméstica conmocionó a la ciudad de Tomar, en el centro de Portugal. Un hombre asesinó a puñaladas a un chico de 13 años, hijo de su expareja, y luego provocó una explosión de gas que terminó con su propia vida.
El hecho ocurrió este martes 23 de diciembre en una vivienda de la zona de Casais. Según confirmaron fuentes policiales, la Guardia Nacional Republicana (GNR) recibió una alerta cerca del mediodía por una denuncia de agresiones familiares.
El ataque y la desesperada huida de la madre
De acuerdo al reporte, el agresor llegó armado con un cuchillo e intentó atacar a su expareja. La mujer logró escapar y refugiarse en la casa de un vecino, desde donde pidió ayuda a las autoridades.
El adolescente quedó dentro de la vivienda, donde el hombre se atrincheró. En ese contexto, el atacante asesinó al menor a puñaladas.

Cuando la policía llegó al lugar, el hombre hizo explotar una garrafa de gas. La detonación provocó heridas en la madre del chico y en un agente de la GNR. El agresor fue hallado sin vida en el interior de la casa.
La Polícia Judiciária de Leiria tomó intervención en la causa y confirmó que tanto el niño como el atacante murieron por heridas de arma blanca. Ambos presentaban múltiples lesiones y que los fallecimientos se constataron en el lugar.
Antecedentes de violencia
Según informó Jornal de Notícias, la familia ya había antecedentes de violencia doméstica en la familia, con denuncias registradas en 2022 y 2023. Además, el homicida cumplió siete años de prisión por otro crimen.



