No existe dolor más grande para una madre que perder a su hijo. Pese a eso, Nora Sheehan, una mujer de Delaware, Estados Unidos, decidió sobreponerse y tratar de que otras familias no pasen por lo mismo.
Su hijo, Andrew Jugler, murió en octubre del 2018 a los 29 años por una sobredosis. Hasta el 2010, llevaba una vida normal, era apasionado por los autos y muy cercano a toda su familia, pero la adicción al analgésico oxycotin, un opiáceo que causa estragos en norteamérica, lo terminó consumiendo.
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Aunque los seres queridos intentaron ayudarlo, la aparición de la heroína y el fentanyl complicó todo. Las múltiples adicciones se hicieron imposibles de combatir, el joven se mudó a una casa en un bosque con otros amigos adictos y terminó con una sobredosis fatal.
Con la intención de concientizar, la madre hizo pública la imagen más cruda: aparece acariciando el cuerpo de su hijo en la morgue, ya que pudo ser reconocido recién a dos días de la muerte por el avanzado estado de descomposición. "Sosteniendo a mi hijo muerto en mis brazos, esta es la imagen de la adicción. Esto es lo que pasa", escribió contundente.
+ Advertencia: la imagen puede herir la sensibilidad: