Una pareja del condado de Palm Beach, en Florida, adoptó un nene de 13 años. Sin embargo, lejos de darle un hogar y la contención que necesitaba, lo hicieron vivir un infierno: lo tuvieron encerrado en una jaula durante cinco años en el garaje de su vivienda.
Sólo lo dejaban salir para ir al colegio. A veces pasaba hasta 18 horas por día, según el testimonio del adolescente a medios locales.
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Los padres adoptivos fueron identificados como Tracy y Timothy Ferriter. En primera instancia, ambos quedaron detenidos y acusados del delito de “abuso infantil agravado”.
En la Corte, los abogados de los Ferriter presentaron documentación donde indicaba que el nene tenía diagnosticado "trastorno de apego reactivo", una condición en la que un niño no forma un vínculo emocional saludable con sus allegados.
Así, horas después, los padres quedaron en libertad pagando una fianza de en 50 mil dólares. Pese a eso, las autoridades les prohibieron el contacto con el menor y con sus otros tres hijos.
Cómo se descubrió que tenían al niño encerrado
Fue luego de un llamado a la Policía que dio aviso de la desaparición de un menor. En ese momento, un agente fue hasta la casa de la familia y vio algo que le llamó la atención.
Mientras hablaba con la madre del nene, se percató de una estructura que había dentro del garaje, el cuál la mujer describió como una oficina. Sin embargo, los detectives descubrieron que allí había una puerta con un picaporte, un cerrojo con cerradura exterior y un interruptor de luz también por fuera.
Luego, entrevistaron al chico y él mismo fue quién les contó que escapaba de su casa porque sentía que nadie lo quería y que no estaba seguro. El menor llegó a suplicar a los oficiales que lo arrestaran porque “preferiría estar en prisión que estar de vuelta en casa”, según publicó el canal de televisión WPTV.
Además, derminaron que también“habían abusado de él físicamente”. En el garaje hallaron un colchón, un balde que el menor usaba como baño y una cámara de video.