Hace tres años, mataron a Satao I, un animal de casi 50 años, ícono de Kenia. Nuevamente ese país llora el asesinato de otro ejemplar de elefantes. Se trata de Satao II, uno de los más antiguos, emblemáticos y grandes del mundo.
Sólo hay 25 ejemplares en todo el continente africano y ahora quedan sólo seis en Tsavo Conservation Area, una de las reservas más exclusivas para este tipo de animal único. Los guardabosques encontraron el cuerpo sin vida tras ser eliminado con una flecha envenenada.
Los traficantes de marfil son un dolor de cabeza. Ingresaron al lugar para asesinarlo y llevarse sus colmillos, que pesan 51 y 50,5 kilos cada uno. Sólo dos de ellos fueron detenidos.
“Afortunadamente, a través del trabajo que hacemos con el Servicio de Vida Salvaje de Kenia, pudimos encontrar el cuerpo antes de que los cazadores furtivos pudieran recuperar el marfil”, aseguraron desde el parque.