Stefania Dubrovina (17) era una joven modelo rusa con mucha carrera por delante, según sus amigos. Modesta, atractiva y con mucho encanto fueron los motivos por los que su hermana mayor Elizaveta Dubrovina (19) decidió matarla de 140 puñaladas. Además, le sacó sus ojos y le mutiló las orejas.
El horroroso asesinato ocurrió en San Petersburgo en un departamento de un hombre mayor (42) a quien Stefania fue a visitar. De acuerdo a lo que informa el diario británico Mirror, Elizaveta llegó unos minutos más tarde al encuentro.
Todo se descontroló. Bajo los efectos del alcohol y las drogas todo empeoró. El hombre salió a comprar más bebida cuando la joven atacó a su hermana abalanzándose sobre ella con un cuchillo. Elizaveta Dubrovina estaba obsesionada con intentar parecerse a ella y copiarle el look.
La policía detuvo al señor como presunto autor del crimen. Sin embargo, la investigación avanzó y descubrieron que la responsable del hecho era la hermana mayor de la víctima. El juez decretó prisión provisional de dos meses a la presunta autora hasta la celebración del juicio.