Después de conocerse el festival en China donde sacrificaron a 10 mil perros, otro hecho salvaje tiene de protagonistas a estos animales. En la ciudad de Karachi, Pakistán, funcionarios municipales mataron a 700 perros callejeros. Los pakistaníes utilizaron tabletas envenenadas escondidas en carne de pollo.
Una inmundicia. Los cuerpos de los animales asesinados cubrieron las calles. El servicio de limpieza eran los encargados de buscarlos para tirarlos al basural.
Al parecer, esta medida brutal fue la única solución que encontraron los municipales tras los reiterados ataques que sufrieron los ciudadanos. Al menos 6.500 personas fueron atendidas en el hospital Jinnah de Karachi por mordeduras de perros.
Los defensores de animales le salieron al cruce. Las autoridades sostuvieron que no podían continuar pasando por alto la situación, argumentando que representaban una amenaza pública.