Un hecho de violencia extrema tuvo lugar en la India esta semana. Raghuveer Kumbar, de 21 años, asesinó a su padre luego de que este le pidiera que deje de jugar a un videojuego.
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Fue en la ciudad de Kahati, una pequeña localidad ubicada en la región de Karnataka. Allí, Shekarappa Revapp Kumab, de 61 años, fue decapitado por su hijo tras una discusión en la cual la víctima insistía en que el joven dejara de jugar al PUBG, un juego de disparos y supervivencia.
Según informó The News Minute, entre ellos peleaban frecuentemente. De hecho, días atrás habían mantenido una fuerte pelea y fueron trasladados a una comisaría, en la que Shekarappa confesó que “su hijo jugaba muchas horas con su celular y sufría una adicción”.
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El hombre de 61 años se había jubilado recientemente. Raghuveer, actualmente desempleado, fue arrestado tras reconocer el crimen y se esperan avances en la investigación antes de que se emita la sentencia.
"Por culpa de estos juegos, la educación de los niños y jóvenes se está viendo afectada, modificando su comportamiento, modales, forma de hablar y desarrollo", dice el comunicado emitido por la policía. Además, la Comisión Nacional de los Derechos del Niño de aquel país recomendó evitar el juego por su alto nivel de violencia.