Un preso catalogado como “muy peligroso” escapó de la cárcel del condado de Lauderdale, en el estado de Alabama, con la ayuda de quien llevaba a cabo su custodia. Se trata de Casey Cole White, un interno condenado a 75 años por varios delitos y que espera la sentencia por el asesinato a puñaladas de una mujer en 2015.
La oficial que colaboró con la huida del presidiario fue Vicky White, una experimentada guardiacárcel que, según las investigaciones, sostendría una relación sentimental con el reo. La presunción se basa en varios aspectos que se conocieron después.
En primer lugar, en el video que se difundió se observó cómo la mujer escoltó al delincuente a un auto de policía y se marchó del centro penitenciario. Esto violó el protocolo de seguridad que indica que deben ser dos los agentes que acompañen a los presos.
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Además, el sheriff del condado, Rick Singleton, reveló que Vicky le dijo a sus compañeros que debía transportar al preso al juzgado para una evaluación de salud mental previa al juicio.
Otro factor que compromete a la guardiacárcel es que el mismo viernes en el que huyó, el 29 de abril, fue su última jornada en la penitenciaría, ya que se jubiló. Y no solo eso, sino que un mes atrás había vendido su casa a un precio mucho menor al cotizado en el mercado.
No obstante, los compañeros de la mujer se sorprendieron ante el particular suceso. “Sabemos que participó. Esta no es la Vicky White que conocemos”, sostuvo el sheriff, aunque reconoció que no sabían si actuó por voluntad propia o bajo amenaza.
La agencia federal encargada de la búsqueda de fugitivos, United States Marshals Service (USMS), determinó una recompensa de 10 mil dólares para aquellos que aporten datos para la captura de Casey White. Además, recomendaron no acercarse a los prófugos al considerarlos "muy peligrosos".