Según los abogados de Meadow Rain Walker, su padre no murió por el impacto, sino por las llamas de las que no pudo escapar al quedar atrapado. “El auto no era seguro”, afirman los letrados.
La hija del actor, demanda a Porsche ya que cree que el auto en el que viaja su padre sufrió defectos de diseño.
Los abogados piden una indemnización a la automotriz alemana, porque denuncian que el cinturón de seguridad presionó la espalda del Walker, rompiendo sus costillas y pelvis y dejándolo atrapado en el asiento.
Además, aclaran que el auto Carrera GT, que es comercializado como un vehículo de carreras legal para conducirse por las calles, no tenía un sistema de control de estabilidad adecuado y carecía de medidas para proteger a los ocupantes y evitar un incendio tras un choque.
De todas formas, la investigación que realizó la Policía de Los Ángeles y la Patrulla de Caminos de California, determinó que fue la velocidad insegura y no los problemas mecánicos los que provocaron el accidente.
El actor de Rápido y Furioso murió en noviembre de 2013, cuando Walker estaba en un receso de la filmación de la séptima película. Iba a bordo de un Carrera GT conducido por su amigo y socio comercial, Roger Rodas, cuando el auto se salió de control, impactó contra tres árboles y se incendió en una calle de Santa Clarita, California.