En un clima de máxima tensión, Pedro Castillo fue destituido como presidente de Perú a más 16 meses de haber asumido y terminó detenido. En su lugar asumió la vicepresidenta, Dina Boluarte, quién juró ante el Congreso.
En su discurso, la gobernante acusó a su predecesor de intentar llevar a cabo un golpe de Estado “que no encontró apoyo en las instituciones de la democracia ni en la calle”. Además, dijo ser consciente de “la alta responsabilidad que la historia pone en mis hombros".
Por otro lado, le pidió a todas las fuerzas políticas concretar “un amplio proceso de diálogo” y llamó a una “tregua política para instalar un Gobierno de unidad Nacional”. “Solicito un plazo para rescatar a nuestro país de la corrupción y desgobierno”, aseveró.
Adelantó que su primera medida será convocar a la procuraduría pública para impulsar investigaciones sobre posibles manejos indebidos de los fondos del Estado e implementar “sanciones rápidas”. También destacó que Perú necesita “retomar la agenda del crecimiento económico con inclusión social”.
Boluarte tiene más de 15 años en el mundo de la política. En 2018 fue candidata a la alcaldía de Surquillo con el partido Perú Libertario pero no consiguió imponerse en los comicios. Dos años después participó de las elecciones parlamentarias extraordinarias bajo el sello de Perú Libre aunque tampoco logró una banca.
En 2021 se presentó como candidata a vicepresidenta en la lista que encabezó Pedro Castillo. La fórmula ganó en segunda vuelta y asumió el cargo el 28 de julio del mismo año. Entre julio de 2021 y fines de noviembre de este año se desempeñó como Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, hasta que presentó su renuncia.
La destitución de Castillo
Más temprano, Castillo, acusado por hechos de corrupción, había anunciado en un mensaje televisado que disolvía el Congreso y creaba un gobierno de excepción, decretando además un toque de queda a partir de las 22.
La medida la dio a conocer sin apoyo de las Fuerzas Armadas, pocas horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su tercer intento para destituirlo por "incapaciad moral", decisión sobre la cual avanzaron los legisladores con 101 votos a favor del apartamiento.
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La oposición calificó como un "golpe de Estado" la determinación de Castillo para evitar la destitución. En la misma dirección se pronunció su vice, quien quedará a cargo del gobierno.
Por su parte, el canciller peruano César Landa renunció denunciando que Pedro Castillo dio "un autogolpe de Estado" e invocó a la comunidad internacional a ayudar al "re-encauzamiento democrático en Perú", además de declarar que el mandatario tomó la decisión de disolver el Congreso sin su apoyo.
"En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución", manifestó en Twitter.
Mensaje de Argentina
La Cancillería argentina emitió un comunicado ante el conflicto. "Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional", expresaron.