Tres metros. Ese largo tenía el barco -si puede llamárselo así- que transportó a 11 hombres, una mujer y una perrita desde la costa de Cuba a la de Miami, Estados Unidos. Al tocar tierra firme, sorprendieron a los turistas, que grabaron las imágenes que tuvieron miles de reproducciones en un puñado de minutos.
Según recoge el sitio Univisión, los inmigrantes cubanos se encontraban en buen estado de salud y ánimo. De todas maneras, los paramédicos que trabajan en el lugar los atendieron tras seis días en el mar.
Mientras se acercaban los oficiales de la Patrulla Fronteriza que los pusieron bajo custodia, los inmigrantes levantaron la bandera estadounidense y conversaron con los medios de comunicación.
La arriesgada aventura está motivada por el miedo a que se terminen los beneficios migratorios con los que recibe EE.UU. a los cubanos: el acuerdo diplomático que rompió el hielo entre los países podría poner en riesgo las actuales leyes migratorias.
Fotos: Univisión.com.