El expresidente estadounidense George Bush habló junto a Barack Obama en homenaje a los cinco policías muertos en la matanza de Dallas la semana pasada.
"Su valentía es nuestra protección (...). Es una poderosa inspiración para el resto del país. No queremos la unidad del dolor, ni la unidad del miedo. Queremos la unidad de la esperanza", afirmó Bush, en una de sus escasas apariciones públicas desde que abandonó la Casa Blanca en 2009.
Luego de los discursos, un coro comenzó a entonar la letra de un himno en honor a los caídos y el expresidente comenzó a moverse, a tambalearse de un lado a otro, de la mano de su esposa Laura (a su derecha) y de Michelle Obama (a su izquierda). El balanceo, después pasó a convertirse en baile, que también fue acompañado por sonrisas.
El baile de Bush desconcertó a quienes estaban a su lado, hasta la primera dama notó lo que sucedía y algo incómoda y sorprendida lo miraba.
Su esposa Laura se dio cuenta lo que ocurría e intentó calmar a su marido, aunque no lo consiguió y sólo se quedó quieto cuando terminó la música.