La extraordinaria rajadura que se va dibujando sobre la Plataforma Larsen C, en el polo sur, está a sólo 13 kilómetros de llegar al mar. Según los expertos, resulta inevitable que “línea de corte” termine por separar una gran masa de agua congelada con rumbo al océano austral.
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Según investigaciones de los líderes del proyecto MIDAS, Adrian Luckman y Martin O'Leary, la fisura se extendió unos 17 km durante la última semana de mayo. Cuando se desprenda el bloque, la plataforma perderá un 10 por ciento de su extensión.
"La grieta rompió completamente la zona de hielo de sutura suave originada en la Península de Cole y parece que falta muy poco para que el hielo se rompa completamente” advirtieron los científicos.
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El iceberg, el de mayor extensión registrado en la última década, llevará al mar un cubo de hielo súper gigante, de más de 5.000 km cuadrados. Para dar una idea de su tamaño, la superficie equivale a 10 veces el ejido municipal de Córdoba o dos veces y medio la dimensión de laguna Mar Chiquita.
El desprendimiento traerá consecuencias al medio ambiente. Cambiará el paisaje antártico, afectará la ecología, aumentará las probabilidades de nuevas rupturas e impactaría sobre las aguas globales con un crecimiento de 10 centímetros.