La crueldad inhumana es moneda corriente en las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico en México. Pero siempre hay lugar para las sorpresas: sicarios de dos cárteles (Jalisco Nueva Generación y Los Zetas) afirmaron que el canibalismo es una práctica común durante los ritos de iniciación y festividades.
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Dos menores de edad fueron detenidos el 21 de junio pasado junto a otras 10 personas por un asesinato múltiple en la ciudad de Villahermosa, Tabasco. Según Infobae, los adolescentes de 16 y 17 años declararon que fueron obligados a comer carne humana tras ser reclutados por el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Torturaron a su víctima, lo descuartizaron y guardaron sus partes en un freezer.
Los caníbales Zetas. Heriberto Lazcano, uno de los fundadores del cártel, era el principal apuntado por comer carne humana en guisos. Pero otro integrante del grupo narco fue más allá: según Juan Sánchez Limón, en diferentes fiestas se servía la carne de las víctimas en platos típicos mexicanos como tamales, pozole y tostadas.
"He estado en reuniones en las que luego de enjuiciar a alguien y sentenciarlo a la pena de muerte, antes de ejecutarlo le ordena que se bañe a conciencia, incluso que se rasure todo el cuerpo, y lo deja que se desestrese por unas dos o tres horas; hasta les daba una botella de whisky para que se relajen mejor", afirmó Sánchez Limón.
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"Después ordena su muerte en forma rápida, para que no haya segregación de adrenalina y la carne no se ponga amarga ni dura", aseguró el narco, actualmente preso, al periodista mexicano J. Jesús Lemus Barajas.