Cinco personas murieron en la península de Florida, en Estados Unidos, por el paso del huracán Matthew. La tormenta continua su peligroso trayecto en paralelo a la costa este de Estados Unidos, aunque perdió intensidad, pero ahora amenaza con provocar graves inundaciones.
En Florida, dos personas murieron al ser aplastadas por la caída de árboles, otra sufrió una crisis cardíaca y por último, una pareja perdió la vida por las emanaciones de monóxido de carbono procedentes de un generador en su garaje.
Matthew afectó el territorio estadounidense tras su paso por el Caribe, donde fue particularmente fuerte en Haití, donde además de cientos de muertes generó cuantiosos daños.
Por el contrario, su impacto sobre el estado de Florida fue menos violento que lo esperado debido a que el ojo del huracán no tocó tierra.
Pese a que perdió intensidad, la alerta continúa. "Hay riesgo de inundaciones mortales a lo largo de la costa de Georgia, de la costa de Carolina del Sur y de la de Carolina del Norte", advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos.