Con solo diez años, un niño de Indonesia se hizo conocido internacionalmente por pesar 200 kilos. En el 2016, la prensa internacional lo bautizó como "el niño más obeso del mundo". Ese mote, que angustia y lleva una fuerte carga discriminatoria, ya no le pertenece más.
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Sorprendentemente, Arya Permana vivió una transformación en su cuerpo con la que mejoró ostensiblemente la calidad de vida. Bajó 70 kilos en menos de nueve meses, gracias a una cirugía de banda gástrica y el seguimiento estricto de una dieta alimentaria.
El "pequeño gigante" había llegado a tener tal extremo de obesidad que no podía movilizarse por sus propios medios. "Solo comía y dormía", relataron los miembros de su familia al diario The Sun. Ahora, con 12 años cumplidos y una nueva figura, Arya pudo volver a caminar, jugar y hacer deportes.
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"Estamos muy felices de verlo llevando una vida saludable. Es muy activo y se encuentra en buen estado de salud", contaron sus felices padres.