"¿Quién soy yo para juzgarlos?" respondió el Papa Francisco con este famoso comentario refiriéndose a la comunidad LGBT y a todos aquellos grupos que fueron marginados a los largo del tiempo.
El Sumo Pontífice afirmó en su vuelo de regreso al Vaticano tras su visita a Armenia, que la Iglesia católica debería pedir perdón a las personas gays. Además, agregó que no deben ser discriminados, sino que “deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.
“Creo que la Iglesia no sólo debe pedir disculpas (…) a una persona homosexual que ofendió, sino que hay que pedir perdón a los pobres, a las mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, pedir perdón por haber bendecido tantas armas”, sostuvo el Papa remarcando que hay que disculparse con otras categorías de la población.
La comunidad gay lo reconoce a Francisco por ser el papa más “clemente” de los últimos años.