El Papa Francisco fue recibido en el aeropuerto de la ciudad de Bangui, capital de República Centroafricana, por la presidenta del Gobierno de transición, Catherine Samba-Panza y un fuerte operativo de seguridad, que incluyó cascos azules de la ONU, soldados, policías y helicópteros que se mezclaban con fieles que le daban la bienvenida con cantos y música tradicional.
La República Centroafricana está inmersa en un conflicto armado étnico-religioso entre cristianos y musulmanes. Está previsto un referendum constitucional para el 13 de diciembre y las elecciones presidenciales, dos semanas después. Es la tercera escala en el viaje africano de Francisco, tras pasar por Kenia y Uganda.
Francisco se reunió con la presidente para analizar la situación de la nación. Posteriormente, pidió a los ciudadanos que se inspiren en el lema del país, "unidad, dignidad y trabajo", para superar el conflicto que ha provocado la muerte de miles de personas. Además, felicitó a las autoridades "por los esfuerzos que han realizado para dirigir el país en esta etapa".
La agenda incluye la visita a un campo de refugiados, celebración de una misa y la apertura de la puerta de la catedral de Bangui para iniciar el Jubileo de la Misericordia y remarcar la importancia de la reconciliación y el perdón.