El Papa Francisco se refirió al terrible atentado que dejó 84 muertos y más de 100 heridos en la ciudad francesa de Niza.
"En nuestros corazones está vivo el dolor por la matanza que, la noche del jueves pasado en Niza, ha terminado con tantas vidas inocentes, así como tantos niños", lamentó el Santo Padre desde el balcón del Palacio Apostólico en Plaza San Pedro.
"Pido a Dios que convierta el corazón de los violentos cegados por el odio".
"Estoy cercano a cada familia y a la entera nación francesa en luto. Que Dios, Padre bueno, acoja todas las víctimas en su paz, sostenga a los heridos y conforte a los familiares", pidió Francisco, quien había enviado un telegrama de condolencias al Obispo de Niza.
El grupo terrorista Estado Islámico se adjudicó el atentado perpetrado por Mohamed Lahouaiej Bouhlel, quien arrolló con un camión a una multitud mientras se celebraba la fiesta nacional francesa del 14 de julio.