9.895 euros al mes. Eso es lo que cobra, exactamente, el peluquero del principal político de Francia. El semanario Le Canard publicó la noticia esta semana y sacudió a una sociedad ya golpeada por los atentados terroristas, la crisis económica y la decepción de la final perdida de la Eurocopa ante Portugal.
Para empeorar las cosas, los voceros del Gobierno dieron una explicación sobre Olivier B. (así identificaron al empleado) que calentó más a los opositores franceses. "Inicia su trabajo muy pronto por la mañana, tiene un horario muy amplio y está disponible incluso los fines de semana", señalaron.
Su abogada, Sarah Levy, se mantuvo en la misma línea: "Está a disposición del presidente 24 horas sobre 24 y, debido a su plena dedicación a Hollande, ha faltado al nacimiento de sus hijos o no ha estado con ellos cuando se han accidentado rompiéndose un brazo".
La polémica cobró fuerza ya que, según informa El País, el salario mínimo es de apenas 1.143 euros netos. La noticia también reveló que el peluquero tiene un contrato de confidencialidad y trabaja para Hollande desde el 16 de mayo de 2012.