La compañía aérea Air France anunció un plan de reestructuración, en donde se despedirá de manera paulatina, a 2900 empleados hasta 2017.
La medida tuvo un duro rechazo de sindicatos y empleados. Alrededor de mil trabajadores ingresaron a las oficinas de la compañía, increparon a directivos, que debieron huir como pudieron, con toda sus ropas rotas.
El resultado de la agresión fue siete personas heridas y un agente de seguridad en coma.
El presidente de Air France, Frédéric Gagey, abandonó de forma precipitada el lugar al ver entrar a los trabajadores, mientras estos rodeaban al director de recursos humanos de la aerolínea, Xavier Broseta.
La empresa francesa condenó los hechos y anunció que presentará una denuncia por “violencia agravada”. En tanto, los empleados le piden al gobierno del presidente François Hollande que se implique en el conflicto para encontrar una solución.