China anunció este lunes la relajación de sus medidas de planificación familiar y permitirá a sus ciudadanos tener un tercer hijo. La decisión tiene lugar unas semanas después de la publicación de los resultados del último censo, que dejó en evidencia una fuerte baja de la tasa de natalidad.
Las autoridades tomaron esta decisión con el objetivo de “mejorar la estructura poblacional” del país, así como “responder de manera activa al problema del envejecimiento”. Desde 1980, el Gobierno comunista limitó los nacimientos a un hijo por familia, para luego pasar a un máximo de dos en 2015. Pero ahora teme que el número de personas en edad de trabajar esté cayendo demasiado rápido, mientras crece la proporción de personas mayores de 65 años.
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"En respuesta al envejecimiento de la población (...), las parejas serán autorizadas a tener tres hijos", informó la agencia estatal de noticias. También se acordó que China debe subir su edad de jubilación para mantener a más gente en la fuerza de trabajo y mejorar las pensiones y servicios de salud para los mayores.
En el texto publicado en las últimas horas, las autoridades chinas sostuvieron que la medida garantizará que se alcance un “desarrollo económico de alta calidad”, al tiempo que busca “mantener la seguridad nacional y la estabilidad social”.
Según el Gobierno, esta nueva política explora soluciones al problema del envejecimiento poblacional, como el retraso de la edad de jubilación y la puesta en marcha de una serie de garantías para los trabajadores jubilados.
En el año 2020, marcado por la pandemia de Covid-19, el número de nacimientos cayó a 12 millones, contra 14,65 millones en 2019. En 2019 la tasa de natalidad (10,48 por 1.000) ya estaba en el nivel más bajo desde la fundación de la China comunista en 1949.